Muchas especies animales tienen variantes genéticas de color raras pero documentadas, como las langostas azules y las orcas blancas. Pero en el caso del búho naranja, no solo es la primera vez que se le fotografía, sino que nadie sabe exactamente por qué es naranja.
La fotógrafa de vida silvestre Julie Maggert lleva años fotografiando búhos nivales. Así que, cuando supo que habían avistado un extraño búho nival de color naranja sobrevolando la zona de Thumb, Michigan, supo que tenía que verlo con sus propios ojos.
Maggert condujo dos horas hasta el lugar donde lo habían visto. Al poco tiempo, lo vio en medio de un campo. No podía creer lo que veía: realmente era naranja.
En su afán por fotografiar al búho naranja, al que apodó Creamsicle, Maggert terminó recorriendo 1450 kilómetros y casi 30 horas sentada en su coche. Sin embargo, valió la pena, porque nadie había visto nunca un búho como Creamsicle.
Muchas especies animales tienen variantes genéticas de color raras pero documentadas, como las langostas azules y las orcas blancas. Pero en el caso del búho naranja, no solo es la primera vez que se le fotografía, sino que nadie sabe exactamente por qué es naranja. Kevin McGraw, profesor de biología de la Universidad Estatal de Michigan, sospecha que el búho o su madre estuvieron expuestos a algo en el entorno que alteró su código genético.
En cuanto a Maggert, no está segura de qué teoría cree: "Realmente no sé si alguien lo descubrirá alguna vez", dijo Maggert.
Dado que Creamsicle podría ser la única lechuza de su especie, Maggert se siente honrada no solo de haberla observado de primera mano, sino también de haberla compartido con el mundo.
"Podría ser una oportunidad única en la vida", dijo Maggert.
