Las nubes moleculares diseminadas por un agujero negro intermedio muestran dispersión de velocidad muy amplia en la impresión de este artista. Este escenario explican bien las características observacionales de una nube molecular peculiar CO-0,40 a 0,22. Crédito de la imagen: Universidad de Keio.
En el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, se han descubierto indicios de la existencia de un segundo agujero negro de gran tamaño denominado 'CO-0,40-0,22', que tiene una "masa intermedia" equivalente a 100.000 veces la masa del Sol.
Además, los científicos japoneses en el Observatorio Astronómico Nacional de Japón, que opera el radiotelescopio Nobeyama que se utilizó para realizar la detección, encontraron que este agujero negro tiene una forma elíptica con una amplia gama de velocidades que cuenta con dos componentes: uno compacto, pero de baja densidad con una amplia velocidad de dispersión de 100 kilómetros por segundo, y otro denso que se extiende 10 años luz con una velocidad de dispersión estrecha.
Hasta el momento se conocen agujeros negros de dos tamaños: los de masa estelar, formados después de gigantescas explosiones de estrellas muy masivas; y los supermasivos, que a menudo se encuentran en el centro de las galaxias. La masa de los supermasivos varía desde varios millones a miles de millones de veces la masa del Sol.
En el 2014 se descubrió el Sagitario A*, un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea, con una masa de cuatro millones de soles capaz de devorar estrellas y planetas. Por el momento no se sabe cómo se forman estos colosos, pero existe la teoría de que se originan a partir de la fusión de muchos agujeros negros de masa intermedia.
Journal reference: Astrophysical Journal Letters
FUENTEMaEl: 20Enero-2015 Pueblo en Linea - phys.org
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