sábado, marzo 06, 2010

NAPOLEÓN BONAPARTE


"NO HAY DISTANCIA QUE NO SE PUEDA RECORRER
NI META QUE NO SE PUEDA ALCANZAR."

Napoleón Bonaparte

UN CANAL OFRECE IMÁGENES EN DIRECTO DESDE DENTRO DE LA ESTACIÓN ESPACIAL INTERNACIONAL


La NASA lanzó este canal de 'streaming' el pasado 1 de febrero. Se emiten imágenes del interior de la ISS ininterrumpidamente. Desde 2009 ya exitían cámaras, pero sólo enfocaban el exterior.

20MINUTOS.ES. 06.03.2010 - 11.10 h Un canal de streaming de la Estación Espacial Internacional (ISS) comenzó a emitir el pasado mes de febrero en directo, sin interrupciones y durante las horas en las que los astronautas están realizando su trabajo.


El ingenio funciona a través de una red de satélites TDRS, según explican desde estacionespacial.com, por lo que es posible que durante breves instantes las imágenes podrían desaparecen por falta de cobertura.

La iniciativa fue desarrollada en marcha en el marco del décimo aniversario de la puesta en órbita de la ISS. La NASA contaba desde 2009 con un sistema de cámaras, pero éstas sólo emitían imágenes de la tierra o del exterior de la estación. Ahora, con esta mejora, cualquiera puede comprobar cómo es el día a día en el espacio desde el centro mismo del módulo que controla la misión.

Desde este enlace http://www.estacionespacial.com/canaltv.php puedes acceder al canal de la ISS. También está disponible en la web de la NASA. http://www.nasa.gov/multimedia/nasatv/index.html

HAARP EN EL CIELO DE CHILE




HUMANOS PRIMITIVOS CONQUISTARON EL MAR MUCHO ANTES DE LO PENSADO


Arqueólogos descubren herramientas en la isla de Creta; al menos hace 130 mil años que el ser humano conquistó el mar, concluye equipo comjunto de Grecia y Estados Unidos.

Hace un par de años arqueólogos de Grecia y Estados Unidos iniciaron una exploración de la isla de Creta con la esperanza de encontrar pequeñas herramientas de piedra empleadas por navegantes marinos de unos 11 mil años de antigüedad.

Pero sorpresivamente, el equipo liderado por el arquéologo Thomas Strasser encontró una hacha de 13 centímetros de largo de 45 mil años de edad. Esta tecnología de piedra fue utilizada por miles de años para cortar huesos de pescados y piel.

Se encontraron también terrazas con herramientas de piedra con una antigüedad de 130 mil años .

El arqueólogo de la Universidad de Boston Cliff Runnel dijo: "Estoy totalmente perplejo. Encontrar herramientas de un periodo tan antiguo en Creta es tan increíble como encontrar un iPod en la tumba del Rey Tutankamon".

Creta tiene al menos 5 millones de años como isla. Así que esto parece comprobar que seres humanos, posiblemente homo erectus, lograron navegar por el mar mucho antes de lo pensado.

Estos descubrimientos podrían llevar a reformular no sólo la forma en la que algunos continente fueron poblados y qué hominidos los poblaron.

Información así nos hace pensar que la historia en general debería de reconsiderarse y nos hace darnos cuenta de que lo que sabemos pese a estar supuestamente legitimado por la ciencia, puede muchas veces estar equivocado. Tal vez existieron muchas humanidades antes que la nuestra, enterradas bajo el polvo del olvido, misterios fosilizados en la geografía del planeta y en la profundidad de la mente humana.

Vía National Geographic
Autor: pijamasurf

LA TORMENTA SOLAR DEL FIN DEL MUNDO


El escenario podría ser cualquier gran ciudad de Estados Unidos, China o Europa. La hora, por ejemplo, poco después del anochecer de cualquier día entre mayo y septiembre de 2012. El cielo, de repente, aparece adornado con un gran manto de luces brillantes que oscilan como banderas al viento. Da igual que no estemos cerca del Polo Norte, donde las auroras suelen ser comunes. Podría tratarse perfectamente de Nueva York, Madrid o Pekín.

Pasados unos segundos, las bombillas empiezan a parpadear, como si estuvieran a punto de fallar. Después, por un breve instante, brillan con una intensidad inusitada... y se apagan para siempre. En menos de un minuto y medio, toda la ciudad, todo el país, todo el continente, está completamente a oscuras y sin energía eléctrica. Un año después, la situación no ha cambiado. Sigue sin haber suministro y los muertos en las grandes ciudades se cuentan por millones. En todo el planeta está sucediendo lo mismo. ¿El causante del desastre? Una única y gran tormenta espacial, generada a más de 150 millones de kilómetros de distancia, en la superficie del Sol.

Y no es que de repente hayamos decidido alinearnos entre las filas de los catastrofistas que predican el fin del mundo precisamente para 2012. Pero lo descrito arriba es exactamente lo que pasaría si el actual ciclo solar (que acaba de empezar después de más de un año de completa inactividad) fuera sólo la mitad de violento de lo que se espera. Así lo dice, sin tapujos, un informe extraordinario financiado por la NASA y publicado hace menos de un año por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS). Y resulta que, según el citado informe, son precisamente las sociedades occidentales las que, durante las últimas décadas, han sembrado sin quererlo la semilla de su propia destrucción.

«Un posible desastre»

Se trata de nuestra actual forma de vida, dependiente en todo y para todo de una tecnología cada vez más sofisticada. Una tecnología que, irónicamente, resulta muy vulnerable a un peligro extraordinario: los enormes chorros de plasma procedentes del Sol. Un plasma capaz de freir en segundos toda nuestra red eléctrica (de la que la tecnología depende), con consecuencias realmente catastróficas. «Nos estamos acercando cada vez más hasta el borde de un posible desastre», asegura Daniel Baker, un experto en clima espacial de la Universidad de Colorado en Boulder y jefe del comité de la NAS que ha elaborado el informe.

Según Baker, es difícil concebir que el Sol pueda enviar hasta la Tierra la energía necesaria para provocar este desastre. Difícil, pero no imposible. La superficie misma de nuestra estrella es una gran masa de plasma en movimiento, cargada con partículas de alta energía. Algunas de estas partículas escapan de la ardiente superficie para viajar a través del espacio en forma de viento solar. Y de vez en cuando ese mismo viento se encarga de impulsar enormes globos de miles de millones de toneladas de plasma ardiente, enormes bolas de fuego que conocemos por el nombre de eyecciones de masa coronal. Si una de ellas alcanzara el campo magnético de la Tierra, las consecuencias serían catastróficas.

Nuestras redes eléctricas no están diseñadas para resistir esta clase de súbitas embestidas energéticas. Y que a nadie le quepa duda de que esas embestidas se producen con cierta regularidad. Desde que somos capaces de realizar medidas, la peor tormenta solar de todos los tiempos se produjo el 2 de septiembre de 1859. Conocida como «El evento Carrington», por el astrónomo británico que lo midió, causó el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos (imagen bajo estas líneas). En aquella época, la energía eléctrica apenas si empezaba a utilizarse, por lo que los efectos de la tormenta casi no afectaron a la vida de los ciudadanos. Pero resultan inimaginables los daños que podrían producirse en nuestra forma de vida si un hecho así sucediera en la actualidad. De hecho, y según el análisis de la NAS, millones de personas en todo el mundo no lograrían sobrevivir.


El informe subraya la existencia de dos grandes problemas de fondo: El primero es que las modernas redes eléctricas, diseñadas para operar a voltajes muy altos sobre áreas geográficas muy extensas, resultan especialmente vulnerables a esta clase de tormentas procedentes del Sol. El segundo problema es la interdependencia de estas centrales con los sistemas básicos que garantizan nuestras vidas, como suministro de agua, tratamiento de aguas residuales, transporte de alimentos y mercancías, mercados financieros, red de telecomunicaciones... Muchos aspectos cruciales de nuestra existencia dependen de que no falle el suministro de energía eléctrica.

Ni agua ni transporte

Irónicamente, y justo al revés de lo que sucede con la mayor parte de los desastres naturales, éste afectaría mucho más a las sociedades más ricas y tecnológicas, y mucho menos a las que se encuentran en vías de desarrollo. Según el informe de la Academia Nacional de Ciencias norteamericana, una tormenta solar parecida a la de 1859 dejaría fuera de combate, sólo en Estados Unidos, a cerca de 300 de los mayores transformadores eléctricos del país en un periodo de tiempo de apenas 90 segundos. Lo cual supondría dejar de golpe sin energía a más de 130 millones de ciudadanos norteamericanos.

Lo primero que escasearía sería el agua potable. Las personas que vivieran en un apartamento alto serían las primeras en quedarse sin agua, ya que no funcionarían las bombas encargadas de impulsarla a los pisos superiores de los edificios. Todos los demás tardarían un día en quedarse sin agua, ya que sin electricidad, una vez se consumiera la de las tuberías, sería imposible bombearla desde pantanos y depósitos. También dejaría de haber transporte eléctrico. Ni trenes, ni metro, lo que dejaría inmovilizadas a millones de personas, y estrangularía una de las principales vías de suministro de alimentos y mercancías a las grandes ciudades.

Los grandes hospitales, con sus generadores, podrían seguir dando servicio durante cerca de 72 horas. Después de eso, adiós a la medicina moderna. Y la situación, además, no mejoraría durante meses, quizás años enteros, ya que los transformadores quemados no pueden ser reparados, sólo sustituidos por otros nuevos. Y el número de transformadores de reserva es muy limitado, así como los equipos especializados que se encargan de instalarlos, una tarea que lleva cerca de una semana de trabajo intensivo. Una vez agotados, habría que fabricar todos los demás, y el actual proceso de fabricación de un transformador eléctrico dura casi un año completo...

El informe calcula que lo mismo sucedería con los oleoductos de gas natural y combustible, que necesitan energía eléctrica para funcionar. Y en cuanto a las centrales de carbón, quemarían sus reservas de combustible en menos de treinta días. Unas reservas que, al estar paralizado el transporte por la falta de combustible, no podrían ser sustituidas. Y tampoco las centrales nucleares serían una solución, ya que están programadas para desconectarse automáticamente en cuanto se produzca una avería importante el las redes eléctricas y no volver a funcionar hasta que la electricidad se restablezca.

Sin calefacción ni refrigeración, la gente empezaría a morir en cuestión de días. Entre las primeras víctimas, todas aquellas personas cuya vida dependa de un tratamiento médico o del suministro regular de sustancias como la insulina. «Si un evento Carrington sucediera ahora mismo -asegura Paul Kintner, un físico del plasma de la Universidad de Cornell, de Nueva York- sus efectos serían diez veces peores que los del huracán Katrina». En realidad, sin embargo, la estimación de este físico se queda muy corta. El informe de la NAS cifra los costes de un evento Carrington en dos billones de dólares sólo durante el primer año (el impacto del Katrina se estimó entre 81 y 125 mil millones de dólares), y considera que el periodo de recuperación oscilaría entre los cuatro y los diez años.

Por supuesto, el informe no se limita a describir escenarios de pesadilla sólo en los Estados Unidos. Tampoco Europa, o China, se librarían de las desastrosas consecuencias de una tormenta geomagnética de gran intensidad.

Tomar precauciones

La buena noticia, reza el informe, es que si se dispusiera del tiempo suficiente, las compañías eléctricas podrían tomar precauciones, como ajustar voltajes y cargas en las redes, o restringir las transferencias de energía para evitar fallos en cascada. Pero, ¿Tenemos un sistema de alertas que nos avise a tiempo? Los expertos de la NAS opinan que no. Actualmente, las mejores indicaciones de una tormenta solar en camino proceden del satélite ACE (Advanced Composition Explorer). La nave, lanzada en 1997, sigue una órbita solar que la mantiene siempre entre el Sol y la Tierra. Lo que significa que puede enviar (y envía) continuamente datos sobre la dirección y la velocidad de los vientos solares y otras emisiones de partículas cargadas que tengan como objetivo nuestro planeta

ACE, pues, podría avisarnos de la inminente llegada de un chorro de plasma como el de 1859 con un adelanto de entre 15 y 45 minutos. Y en teoría, 15 minutos es el tiempo que necesita una compañía eléctrica para prepararse ante una situación de emergencia. Sin embargo, el estudio de los datos obtenidos durante el evento Carrington muetran que la eyección de masa coronal de 1859 tardó bastante menos de 15minutos en recorrer la distancia que hay desde el ACE hasta la Tierra. Por no contar, además, que ACE tiene ya once años y que sigue trabajando a pesar de haber superado el periodo de actividad para el que había sido diseñado. Algo que se nota en el funcionamiento, a veces defectuoso, de algunos de sus sensores, que se saturarían sin remedio ante un evento de esas proporciones. Y lo peor es que no existen planes para reemplazarlo.

Para Daniel Baker, que formó parte de una comisión que hace ya tres años alertó de los problemas de este satélite, «no tener una estrategia para sustituirlo cuando deje de funcionar es una completa locura». De hecho, otros satélites de observación solar, como SOHO, no pueden proporcionarnos alertas tan inmediatas ni tan fiables como las de ACE. Para Baker y los demás investigadores que han elaborado el informe, el mundo probablemente no hará nada para prevenirnos de los efectos de una tormenta solar devastadora hasta que ésta, efectivamente, suceda.

Algo que, según el informe, podría ocurrir mucho antes de lo que nadie imagina. La «tormenta solar perfecta», de hecho, podría tener lugar durante la primavera o el otoño de un año con alta actividad solar (como lo será 2012). Y es precisamente en esos periodos, cerca de los equinoccios, cuando serían más dañinas para nosotros, ya que es entonces cuando la orientación del campo magnético terrestre (el escudo que nos proteje de los vientos solares), es más vulnerable a los bombardeos de plasma solar.

http://www.abc.es/20100222/ciencia-tecnologia-espacio-sistema-solar/tormenta-solar-mundo-201002221039.html

BOLA DE FUEGO ESTALLA SOBRE EL CIELO DE VARIOS PAISES EUROPEOS

Hungría, Eslovaquia y República Checa. Febrero 28-2010 a las 23:25

...y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo.

Lucas 21:11

INSCRIPCIONES DE 60.000 AÑOS DE ANTIGÜEDAD.

Encuentran inscripciones de hace 60.000 años grabadas en fragmentos de cascarones de huevos de avestruz, lo que quizás indicaría la existencia de pensamiento simbólico ya por esa época.


Algunos fragmentos de cáscaras de huevos de avestruz con inscripciones grabadas de 60.000 años de antigüedad. Fuente: Pierre-Jean Texier, Diepkloof Project.

Usted, amigo lector, esta leyendo esta noticia en un texto escrito. Pudiera ser que este texto estuviera escrito sobre una piedra, una tablilla de barro, un papiro o un pergamino, pero probablemente lo esté sobre una pantalla. Aunque aún puede imprimirlo sobre papel, pues algunos, incluso ahora que la tinta electrónica se está asentando, no nos hemos liberado todavía del fetichismo del papel. Necesitamos “tocar” el texto.

El caso es que la humanidad ha utilizado diversos soportes para escribir textos. Desde el hueso de Ishago, en donde hace más de 35.000 años alguien anotó lo que se consideran los primeros números, a los átomos de xenon con los que IBM dibujó su logotipo de escala atómica hace ya unos cuantos años.

Con cualquier escritura siempre se intenta mandar un mensaje, transmitir información. Puede que sean las obras perdidas de Sófocles en la destrucción de la Gran Biblioteca de Alejandría o el indeleble feo graffiti de la pared a la vuelta de la esquina. Lo maravillo, lo increíble, es que funciona. Alguien en algún lugar del espacio-tiempo escribe algo sobre un soporte, plasmando sus ideas y sentimientos con ese acto, y, si el soporte perdura lo suficiente, puede ser leído por otra persona más tarde. De este modo el lector puede analizar el pensamiento del autor, o recrear en su mente los personajes que el narrador entretejió en una maravillosa trama como modelo explicativo de la vida humana.

Puede incluso ocurrir que aquel que escribe nos hable desde mucho más allá de su tumba. Tuvo que ser maravilloso desenterrar la biblioteca de Asurbanipal de Nínive y leer, en la escritura cuneiforme de las doce tablillas de barro, la epopeya de Gilgamesh después de más de 4600 años desde que el mítico babilonio supuestamente reinara en Uruk.

La escritura no tiene más de 5000 años, puede que incluso haya aparecido en más de un momento y se perdiera. En todo caso, el ser humano tal y como lo conocemos lleva mucho tiempo por aquí. Ya vimos en NeoFronteras cómo nuestros antepasados construían instrumentos musicales hace 35.000 años, por lo que el pensamiento abstracto o simbólico, algo que se cree único de nuestra especie, debe ser muy antiguo, y es muy posible que no apareciera hace poco y súbitamente.

Unos años atrás se encontraron pistas en Sudáfrica según las cuales ciertos diseños encontrados en la cueva Blombos, de posible origen humano, tendrían 100.000 años de antigüedad, hallazgo que se sumarían a otro previo similar de 77.000 años de antigüedad encontrado en la misma localización.

El equipo de investigadores de Blombos, dirigido por Pierre-Jean Texier de la Universidad de Burdeos, sostiene que esto supondría la existencia de una tradición simbólica continua de larga duración. Sin embargo, otros arqueólogos cuestionaron que las marcas encontradas en esa cueva representen verdaderamente un pensamiento simbólico.

Ahora, este mismo equipo ha encontrado unos fragmentos de cascarones de huevos de avestruz con inscripciones humanas inequívocas y que son las más antiguas que se conocen, nada menos que hasta 65.000 años de edad. Estas rayas, marcas y patrones geométricos serían las pruebas más antiguas de pensamiento simbólico.

Desde 1999 estos investigadores han estado trabajando en otra localización distinta a la cueva Blombos: el refugio Diepkloof al oeste del Cabo y a unos 180 km de Ciudad del Cabo. Este abrigo contiene pruebas de que diversas culturas humanas usaron herramientas de piedra a lo largo del tiempo. Pero lo más fascinante es que en los últimos años han ido descubriendo hasta 25 de estos fragmentos de huevos de avestruz en 18 capas arqueológicas distintas, y datadas desde una antigüedad de 65.000 años a 55.000 años. Es decir, había una tradición de miles de años.


Otros fragmentos. Fuente: Pierre-Jean Texier, Diepkloof Project.

Estos fragmentos están decorados con diversos motivos grabados que incluyen líneas paralelas, cruces y líneas repetitivas no paralelas. Además este equipo encontró patrones que parecen haber cambiado en el tiempo. Así, algunos de lo motivos encontrados, con forma de bandas, se encuentran solamente en las capas más antiguas y luego desaparecen.

Algunos de los fragmentos parecen haber sido perforados con alguna herramienta para así practicar un agujero en la parte superior del huevo. Los arqueólogos sugieren que los huevos perforados de esta manera podrían haber servido de recipientes para el agua, tal y como lo han hecho históricamente los cazadores-recolectores del desierto de Kalahari. La gente del Kalahari decora los huevos de avestruz usados como cantimplora para indicar el dueño o qué contienen. Quizás hace 60.000 años era igual.

El equipo concluye que el nuevo hallazgo constituiría la prueba más antigua de la existencia de tradición gráfica entre la población prehistórica de los cazadores recolectores.

Según otros expertos del campo, la diversidad de los motivos encontrados en estos fragmentos es impresionante y serían prueba de comunicación gráfica, de expresión artística o de autoconsciencia de los que los grabaron, por lo que sí serían prueba de la existencia de pensamiento simbólico. Sin embargo, el arqueólogo Thomas Wynn, de University of Colorado, dice que estos investigadores todavía tienen que demostrar que esas marcas requieren de pensamiento simbólico.

¿Qué querrían decir con esas líneas? ¿Qué sentían esas personas? ¿Cuáles eran sus anhelos?

FUENTE: http://neofronteras.com/?p=3028

METEOROLOGIA ACTIVA ALERTA NARANJA POR FUERTES LLUVIAS EN MALAGA


De nuevo lluvia para el fin de semana. Las previsiones meteorológicas lo venían indicando toda la semana y ahora se confirma con la activación de la alerta naranja por lluvias para mañana sábado. La Agencia Estatal de Meteorología ha activado en Málaga el nivel naranja de alerta (riesgo importante) desde las 00.00 horas de esta noche hasta las 15.00 horas del sábado.


Se esperan precipitaciones de hasta 30 litros por metro cuadrado en una hora y 80 litros por metro cuadrado en doce horas en Málaga, la Costa del Sol y la comarca del Guadalhorce. El domingo ya no habrá avisos por fuertes lluvias, aunque Meteorología indica que hay un 85% de probabilidad de precipitaciones.

http://www.diariosur.es/20100305/local/malaga/meteorologia-activa-esta-noche-201003051137.html


SIN FUMIGACIONES QUIMICAS AEREAS (CHEMTRAILS)
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