La peor sequía que ha sufrido Brasil en más de un siglo ha dejado al descubierto docenas de antiguos grabados esculpidos en piedra a lo largo del río Amazonas.
“En 2010, los grabados de este sitio en particular fueron revelados y registrados. Pero ahora han reaparecido y con el agravamiento de la sequía se han identificado más grabados”, dijo Beatriz Carneiro, del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico de Brasil (Iphan).
Según ella, el sitio de Praia das Lajes tiene un valor "inestimable" para comprender a los primeros pueblos que habitaron la región, un campo aún poco explorado.
La mayoría de los grabados son de rostros humanos, algunos ovalados y otros rectangulares, con sonrisas o expresiones serias.
También hay surcos en la roca, donde se cree que los habitantes alguna vez afilaron sus flechas y lanzas.
"La arqueología nos permite comprender la forma de vida de las poblaciones precoloniales y este sitio proporciona datos importantes", afirmó el arqueólogo del Iphan, Jaime Oliveira.
Agregó que, además, el hallazgo demuestra que estos grupos también vivieron períodos de sequía severa hasta el punto que el río alcanzó el mismo nivel que hoy.
Tanto los científicos como los lugareños están encantados de ver los grabados.
“Creo que todos deberían venir y ver qué es porque a veces lo dudamos. De hecho, pensamos en las personas que existieron antes que nosotros, nuestros antepasados”, dijo Lívia Oliveira, residente de Manaos, la ciudad más grande del Amazonas.
Pero el hecho de que puedan hacerlo genera preocupación por la dramática caída del nivel del río en las últimas semanas, que afecta a una región que depende del laberinto de vías fluviales para el transporte y los suministros.
“También me pregunto sobre esta sequía, si este río existirá dentro de 50 o 100 años. Te preguntas porque nunca lo había visto tan bajo”, dijo.
El gobierno brasileño ha enviado ayuda de emergencia a la zona, donde las riberas de los ríos normalmente bulliciosos están secas y llenas de barcos varados.
Las autoridades dicen que la sequía podría afectar hasta medio millón de personas en el Amazonas para fin de año.
