Este domingo el Papa Francisco visita el famoso Sudario de Turín para "venerarlo". Para miles de creyentes, la también conocida como Sábana Santa o Síndone es el envoltorio con el que cubrieron a Jesucristo tras la crucifixión. Para otros no pasa de ser una falsificación medieval.
Sea lo que sea, es un misterio cómo en la tela se define la imagen de un rostro ensangrentado.
En un anuncio cuidadosamente redactado, el arzobispo de Turín dijo que la visita del Papa "confirma la devoción a la mortaja que millones de peregrinos reconocen como un signo del misterio de la pasión y muerte del Señor".
Esta frase no dice nada acerca de su autenticidad.
La Iglesia Católica no adopta ninguna postura oficial al respecto, afirmando sólo que es una cuestión para la investigación científica.
Sin embargo, en 1988, científicos de tres universidades concluyeron que la tela era del siglo XI o XII, por lo que no podía ser el manto de Jesús.
Las pruebas científicas concluyeron que el manto de lino de 4,4 metros de largo era de aproximadamente 700 años de antigüedad. Desde ese momento, la Iglesia se limita a afirmar que se trata de un "ícono" de la devoción cristiana.
Para la ciencia, es un misterio cómo en la tela se define la imagen de un rostro ensangrentado.
Pero a pesar de las continuas discusiones acerca de su edad, el Santo Sudario de Turín es un objeto profundamente desconcertante.
Los estudios realizados en 1978 por un equipo internacional de expertos no revelaron ninguna explicación clara de cómo la tela tiene reflejada la imagen de un hombre con barba, que aparentemente lleva las heridas de la crucifixión.
Por supuesto no faltan las hipótesis.
Algunos sugieren que la imagen se produjo a través de procesos naturales; otros, que se debe al ingenio de los falsificadores medievales de reliquias; y hay quienes invocan procesos físicos asociados con la resurrección.
Pero ¿tienen mérito alguna de estas teorías?
Leer en FUENTEMaEl 21Junio-2015