Si su análisis es correcto, los troncos unidos constituirían la evidencia más antigua conocida de que nuestros ancestros lejanos elaboraban madera para crear una estructura, lo que trastoca el pensamiento previo sobre la evolución humana. "Olvídense de la etiqueta 'Edad de Piedra', miren lo que estaban haciendo estas personas: hicieron algo nuevo y grande con madera", se maravilló Larry Barham de la Universidad de Liverpool, "usaron su inteligencia, imaginación y habilidades para crear algo". Nunca habían visto antes, algo que nunca antes había existido". Más allá del ingenio mostrado a través de los dos registros, los investigadores también señalan que el descubrimiento pone en duda suposiciones previas sobre la posible existencia de humanos antiguos.
Para ello, observan que el pensamiento actual sobre nuestros antepasados humanos es que eran de naturaleza nómada. Sin embargo, la antigua estructura de madera parece sugerir que es posible que en realidad se hayan asentado en lugares propicios para la supervivencia. Las cataratas de Kalambo, sostienen los investigadores, serían uno de esos lugares, ya que proporcionaban una fuente constante de agua y acceso a los bosques cercanos donde se podían obtener alimentos y madera. "Transformaron su entorno para hacer la vida más fácil, aunque fuera sólo haciendo una plataforma para sentarse junto al río y realizar sus tareas diarias", observó Barham, reflexionando que "estas personas se parecían más a nosotros de lo que pensábamos".