Un estudio de la NASA reveló nuevas evidencias de una gran fuente de calor anómala debajo de la Tierra de Marie Byrd de la Antártida, la cual explica la fusión de la capa de hielo y la presencia de lagos y ríos por debajo.
Esta fuente de calor corresponde a un tipo de vulcanismo que se suele llamar ‘pluma del manto’, y aunque parece increíble, existe en el continente helado.
Se caracteriza por corrientes calientes que vienen del interior de la Tierra (están extendidas en el manto), y suben por estrechos corredores a través de las rocas. Por ahí fluye un material en parte fundido, que hace que la corteza se hinche hacia arriba.
No se trata de una fuente de calor nueva en la Antártida, que haya aparecido recientemente, pero ahora se confirma su existencia, y ello permite de una vez explicar el por qué la capa de la Tierra de Marie Byrd se ha derrumbado fácilmente, dice la NASA.
Foto: Tierra de Marie Byrd en la Antártida.
De hecho los investigadores suponen que la ‘pluma del manto’ se formó aquí antes que la Antártida se congelara y fuera cubierta por una capa de hielo, hace 50 a 110 millones de años.
Como desde hace 11.000 años, época que marca el final de la última glaciación, la Tierra está perdiendo hielo de manera sostenida, es por eso que el aumento del nivel del mar en la Antártida está empujando el agua caliente de estas regiones volcánicas más cerca de la corteza de hielo, y las debilita.
Entonces el calor de la pluma del manto contribuye a la fusión y mayor posibilidad de rupturas del hielo.
Hoy bajo la Antártida existe agua que está en continuo movimiento, con ríos y lagos que se llenan y vacían constantemente en Marie Byrd, y esta mayor o menor cantidad de agua de deshielo está haciendo que la Antártida Occidental se eleve o baje hasta 6 metros de nivel.
El movimiento ha permitido a los científicos de la NASA estimar dónde y cuánta agua debe existir en la base, y definir cuánta fuente de calor es la que está generando estos cambios.
Hélène Seroussi, investigadora del Laboratorio de Propulsión de la NASA, registró estas mediciones y estableció que el nivel de energía de este vulcanismo anómalo es de 150 milivatioes, es decir como un 75% del existente en el volcán Yellowstone, de 200 milivatios, sin incluir sus géiseres, donde es más caliente, y tiene tres veces más energía que una zona sin actividad volcánica activa (40 a 50 milivaltios).
“Pensé que era una locura”, dijo Seroussi antes de concluir su investigación. “No vi cómo podríamos tener esa cantidad de calor y aún tener hielo encima”, explicó hasta confirmar sus datos.
Hace unos 30 años ya se había propuesto que bajo Tierra Marie Byrd existía este calor anómalo de la pluma del manto, pero no se había confirmado.
Existe otra zona en la Antártida, al interior del mar de Ross, conocida por grandes cantidades de flujos de agua de deshielo, pero acá, explica la autora, el calor brota a través de una grieta, es decir por una fractura en la corteza terrestre, que es similar a la existente en el Gran valle del Rift de África.
FUENTEMaEl: 9Nov-2017 LaGranEpoca