Los hechos datan del año 1960,
cuando el 22 de diciembre la
URSS lanzó al espacio la nave Vostok-1 con dos perras, ratones y otros
pequeños animales a bordo. Cometa y Shutka eran perras recogidas de la calle.
Para Cometa el viaje en la Vostok-1 era su tercer viaje al espacio, ya que
estuvo dos veces en órbita en 1959.
Con Cometa y Shutka a bordo, el cohete Vostok-1 despegó
del cosmódromo de Baikonur, pero no logró alcanzar la órbita
debido a un mal funcionamiento de la tercera etapa. El motor falló. La nave
alcanzó una altura de unos 200 kilómetros, empezó a bajar y cayó en plena
Siberia invernal, en Yakutia,
a unos 3.500 kilómetros del lugar de lanzamiento.
Enviaron a un grupo de
búsqueda, integrado por seis aviones, que volaban día y noche, pero no podían
obtener ninguna señal de la Vostok-1. "A las 10:00 (hora de Moscú) de 24.12.60,
el piloto de uno de los Li-2 (una de las aeronaves), Oleg Afanasiev, detectó el
módulo a 70 kilómetros al sur de Tura”, según el diario del general Nicolái
Kamanin, citado por primera vez por ‘The Siberian Times’.
Unas horas más tarde enviaron un mensaje clasificado:
"La cápsula con animales está bien. Los perros están dentro”.
Las dos
hembras permanecieron en el interior del módulo de aislamiento debido a un fallo
del sistema de eyección, un hecho que les salvó la vida en esas condiciones de
frío intenso. El 25 de diciembre los equipos de rescate
comenzaron a abrir la cápsula y oyeron un ladrido débil. "Estaban vivas a pesar
de las previsiones más pesimistas. Sin embargo, los ratones y otros pequeños
animales se congelaron”, escribió Kamanin.
Armen Gyurdzhian, responsable
de la preparación de los perros espaciales, envolvió a Cometa y Shutka en su
abrigo y volvió a Tura en helicóptero. El 26 de diciembre Gyurdzhian aterrizó en
Moscú junto con las perras.
No hay información sobre la suerte siguiente de Shutka,
mientras que Cometa fue adoptada por el académico Oleg Gazenko, especialista en
medicina de aviación, con quien vivió durante 14 años. Después de su aventura
siberiana, tuvo cachorros sanos.
"Era una perra muy linda, afelpada,
rubia, con una nariz afilada. Era una héroe tras volar hasta tres veces, dos
veces en cohetes, y una vez a bordo del satélite, el precursor de la nave, que
fue utilizado para el vuelo de Yuri Gagarin”, dice Gazenko.
En total, 15 de
los 36 perros soviéticos espaciales no sobrevivieron tras sus
vuelos.
FUENTEMaEl: 5Mayo-2013 rt - siberiantimes