Los pulpos son raros. Esto no es solo porque parecen extraños. No es porque sean inquietantemente inteligentes. Es porque tienen un poder extraño.
La capacidad de editar sus propios cuerpos. Esto tiene biólogos rascándose la cabeza.
La evolución no funciona de esa manera. Se supone que debe ser estimulado por mutaciones genéticas, un cambio en el ADN, que resulta beneficioso para el huésped.
Entonces, ¿cómo podría una criatura evolucionar de tal manera que les permita reconstruirse a sí mismos?
Ahora ha surgido una nueva linea de pensamiento.
Ellos no lo hicieron. Al menos, no aquí. En cambio, es una habilidad biológica avanzada que proviene del espacio exterior.
THE KRAKEN WAKES
En abril del año pasado, los investigadores encontraron que los pulpos, y algunos de sus primos de sepia y calamar, editan regularmente su ARN.
Esto los diferencia del resto del mundo animal.
El ARN, como el ADN, registra el código genético. Pero cuando el ADN es una molécula bicatenaria, el ARN consiste en una sola cadena. Su papel dentro de nuestro cuerpo es transmitir información genética para activar la producción de proteínas.
Pero algunos científicos creen que el ARN pudo haber sido el ADN original, actuando como el depósito permanente de código genético entre los primeros organismos de la Tierra.
Cuando se trata de cefalópodos como el calamar común, los investigadores han descubierto que hasta el 60 por ciento del ARN en su sistema nervioso había sido editado después de que fue programado por el ADN. Estos cambios adaptaron su cerebro a las cambiantes temperaturas en el hábitat del océano.
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