Podría decirse que el “Gran Apagón” es el camino más conveniente hacia el Gran Reinicio. ¿Pero cómo resultará?
Como escribí recientemente, la Tierra estuvo sujeta a una erupción solar dinámica proveniente de una mancha solar activa llamada Región 3664 entre el 10 y el 13 de mayo. Alcanzó su punto máximo el 11 de mayo como una importante llamarada de clase X5.8. La clase X constituye la categoría más poderosa de erupciones solares y tiene el potencial de perjudicar la salud humana y animal, así como degradar los servicios públicos y las infraestructuras de telecomunicaciones.
Estamos en medio de un nuevo ciclo helicoidal llamado Ciclo Solar 25, que comenzó en diciembre de 2019 y se espera que alcance un “máximo solar” entre finales de 2024 y principios de 2025. Una tormenta solar de clase X sin precedentes, acompañada de eyecciones masivas de masa coronal (CME), pueden hacer retroceder a las sociedades meses, años o incluso décadas.
El mayor incidente de este tipo registrado en la historia, que registró X45 en la escala de llamaradas solares, fue el evento Carrington que ocurrió el 1 de septiembre de 1859. Causó interrupciones generalizadas en los sistemas de telégrafo, particularmente en América del Norte y Europa. Las líneas telegráficas sufrieron subidas de tensión y se produjeron incendios en varias oficinas de telégrafos. Algunos operadores de telégrafos incluso resultaron electrocutados. Estos sistemas de telégrafo, que estaban en su infancia, fueron rápidamente reconstruidos. Sin embargo, un suceso que se repita en nuestro mundo hiperconectado podría ser sencillamente catastrófico.
Para empezar, no estoy seguro de si la constelación de satélites Starlink de Elon Musk (que suman entre 4.000 y 6.000) puede resistir algo más fuerte que una llamarada solar X30. Una tormenta solar relativamente leve había condenado a 40 de ellos en 2022.
Sólo las áreas remotas o rurales, que están relativamente desconectadas de nuestro mundo hipercableado, tienen la oportunidad de volver a algún tipo de normalidad después de un Evento Carrington. Los seres humanos pueden aprender a vivir sin Internet, electricidad y sistemas de transporte con relativa rapidez, pero no pueden sobrevivir sin acceso inmediato a alimentos y agua. ¿Por qué cree que los multimillonarios, que promueven incansablemente agendas globalistas destructivas, están construyendo búnkeres de supervivencia en zonas remotas de todo el mundo?
Quienes viven en ciudades, sin habilidades para obtener, generar o procesar alimentos y agua, se enfrentarán al caos a menos que se restablezcan los servicios públicos y los sistemas de telecomunicaciones en un plazo de tres días. Los seres humanos pueden sobrevivir sin agua hasta tres días, pero el impacto psicológico acumulativo será incalculable. Como señaló una vez el escritor estadounidense Alfred Henry Lewis: “Sólo hay nueve comidas (es decir, tres días) entre la humanidad y la anarquía”. Esto se dijo allá por 1906, cuando las sociedades eran mucho más cohesivas y resilientes.
Hoy en día, toda una generación, sin habilidades para la vida real y irremediablemente enganchada a la gratificación multimedia instantánea, se derrumbaría mucho antes de tres días. Uno sólo puede imaginarse las hordas de zombis desperdigadas por varias calles, tratando de afrontar la vida sin Twitter, WhatsApp e Instagram. Los vulnerables se enfrentarán a hordas de saqueadores y una variedad de anarquistas que arrasarán manzanas enteras de barrios cuando no estén atacando a personas al azar. Será una reminiscencia de escenas de la franquicia The Purge.
Sin acceso a sistemas de telecomunicaciones que funcionen, sería casi imposible para las fuerzas policiales y las unidades de la guardia nacional restablecer la ley y el orden en todos los ámbitos. Incluso si se despliegan sistemas de emergencia, el personal de orden público probablemente enfrentará controles de carretera improvisados y ataques de elementos anarquistas. Nos dieron un adelanto de esto durante las “protestas” de George Floyd. Los hospitales, en la medida en que sean accesibles, se verían inundados de enfermos y moribundos.
La ley marcial sólo puede beneficiar a personas de alto valor que serán exfiltradas (en la medida de lo posible) de sus infiernos urbanos a refugios seguros en campamentos militares improvisados o zonas de seguridad improvisadas. Estas operaciones pueden sincronizarse con la eliminación selectiva de disidentes identificados. Dígale adiós a sus autores favoritos de Substack cuando esto suceda.TraduccionMaEl-BLV