Los investigadores de ondas gravitacionales de la Universidad de Glasgow utilizaron enfoques estadísticos modernos para resolver cuestiones sobre el antiguo mecanismo de Antikythera. Sus resultados proporcionaron nuevos conocimientos sobre su diseño y función precisos, ofreciendo información sobre cómo los antiguos griegos rastreaban los fenómenos astronómicos con una precisión incomparable.
Los investigadores de ondas gravitacionales de la Universidad de Glasgow utilizaron enfoques de modelización estadística de vanguardia para obtener nuevos conocimientos sobre el funcionamiento del sistema de Antikythera, la computadora analógica más antigua conocida del mundo. Este antiguo artefacto griego, conocido por su precisión astronómica y su elaborado diseño, despertó el interés de los científicos hace más de un siglo.
Los buzos descubrieron el mecanismo de Antikythera en 1901 mientras examinaban un naufragio cerca de la isla egea de Antikythera. A pesar de estar hecho pedazos y muy corroído, el dispositivo del tamaño de una caja de zapatos reveló un complicado sistema de engranajes, lo que llevó a los investigadores a concluir que servía como una computadora mecánica. Se remonta al siglo II a. C. y se utilizó para predecir eclipses y calcular posiciones de planetas con notable precisión.
Los avances tecnológicos recientes han garantizado una investigación más exhaustiva y detallada para comprender el mecanismo. En 2020, nuevas imágenes de rayos X de uno de sus anillos, el anillo del calendario, descubrieron hechos previamente desconocidos sobre agujeros uniformemente espaciados debajo del anillo. El deteriorado estado del anillo generó confusión entre los investigadores sobre la cantidad de agujeros que existían. La estimación inicial reveló un rango entre 347 y 367.
“Presentamos un nuevo análisis de las posiciones de los agujeros debajo del anillo calendárico del mecanismo de Antikythera, medido por Budiselic et al. (2020). Refinamos significativamente su estimación del número de agujeros presentes en el anillo completo. Nuestra estimación creíble del 68% para este número, teniendo en cuenta todos los datos, es 355,24 +1,39 −1,36”, afirmaron los investigadores.
El equipo de la
Universidad de Glasgow, fascinado por estos hallazgos, utilizó técnicas estadísticas utilizadas frecuentemente en el análisis de ondas gravitacionales para responder a este antiguo enigma. Este estudio ha sido descrito en detalle en
The Horological Journal. El profesor Graham Woan de la Facultad de Física y Astronomía de la Universidad fue uno de los autores del estudio que utilizó el análisis bayesiano para cuantificar la incertidumbre y calcular el número probable de agujeros en función de la ubicación de los fragmentos restantes.
Según el profesor Woan, los anillos del calendario contienen 354 o 355 agujeros, lo que los alinea más con el calendario lunar que con el calendario solar egipcio (que requiere 365 agujeros). Este hallazgo reduce enormemente las opciones y ofrece un mejor conocimiento del diseño del mecanismo y función. El análisis bayesiano, que es el método que utiliza la probabilidad para analizar datos imperfectos, fue crucial para establecer estas condiciones.
Al mismo tiempo, el Dr. Joseph Bayley, investigador asociado del Instituto de Investigación Gravitacional de la Universidad, empleó métodos para analizar datos de los detectores de ondas gravitacionales del Interferómetro Láser del Observatorio de Ondas Gravitacionales (LIGO). Estos detectores detectan pequeñas ondas en el espacio causadas por eventos astronómicos como las colisiones de agujeros negros. El uso por parte de Bayley de la Cadena de Markov Monte Carlo y métodos de muestreo en capas confirmó la noción de que el anillo del calendario tenía 354 o 355 agujeros con una precisión asombrosa, lo que indica que los agujeros estaban colocados con una variación radial promedio de sólo 0,028 mm.
El Dr. Bayley destacó la extraordinaria habilidad artesanal de los antiguos griegos y señaló que construir un dispositivo de este tipo requería técnicas de medición precisas y una mano muy firme. Este nuevo respeto por el desarrollo del mecanismo nos muestra los grandes talentos tecnológicos que poseen sus diseñadores.
"Utilizando todos los datos, la hipótesis de los 354 agujeros es aproximadamente 229 veces más probable que la de 360 agujeros, que también consideraron, y mucho más probable que la de 365 agujeros", concluyeron los investigadores.
Los enfoques duales de Woan y Bayley produjeron un conjunto probabilístico integral de datos que aumentó nuestra comprensión del sistema de Antikythera. Sus hallazgos proporcionan pruebas sólidas de que el anillo se utilizó para seguir el calendario lunar, lo que pone de relieve el tremendo conocimiento tecnológico de los antiguos griegos.
El profesor Woan destacó la simetría de utilizar tecnología moderna para investigar un dispositivo antiguo que permitía a la gente detectar movimientos astronómicos hace casi dos milenios. Este estudio ha aportado contribuciones sustanciales a la comprensión histórica y científica de esta reliquia única.
FUENTEMaEl: 15Julio-2024 The Watchers