¿Bolsas de aire, paracaídas, trineo de cohetes o todo junto?
La cuestión no es solo atravesar los 401 millones de kilómetros del espacio profundo
que separan el Planeta Rojo de la Tierra y conseguir que los astronautas lleguen
a su destino final sanos y salvos -y en su juicio-, sino también asegurarles el aterrizaje. La Nasa
ha publicado un informe donde describe en qué métodos está trabajando para que
una nave tripulada pueda sobrevivir "los 6 minutos del horror" que suponen
entrar en la atmósfera de Marte, frenar los motores y tocar superficie firme.
Durante los primeros 4 minutos, la fricción con la atmósfera marciana
desacelerá la nave pero, aun así, al final de esta fase la velocidad todavía
supera los 1.600 kilómetros por hora. En los 100 segundos que quedan para
aterrizar se abre un paracaídas que hace que el vehículo pierda velocidad hasta
los 320 kilómetros por hora pero, desafortunadamente, para alcanzar este índice
también se necesita un tiempo. Cuando finalmente se consigue, la superficie está
a tan solo 100 metros y los astronautas no tienen nada más que unos cuantos
segundos para frenar definitivamente. Cuanta más masa que tenga la nave, más
tiempo necesita para eso.
Según la Nasa, en una situación como esta se podrían usar cohetes para
un descenso suave; bolsas de aire para amortiguar el impacto de una caída libre
o una combinación de cohetes y sogas (el denominado trineo de cohetes) para
hacer descender lentamente la nave hacia la superficie. Sin embargo, el problema
es que ninguno de estos instrumentos sería capaz de soportar el peso de una nave
que esté diseñada para alojar a los tripulantes y su equipamiento.
Es más, los paracaídas técnicos que se usan hoy en día para desacelerar
las sondas espaciales estadounidenses que aterrizan en el Planeta Rojo son del
mismo modelo que los que se usaban en la década de los 70. Por lo que la Nasa
comunica que ahora su objetivo es desarrollar un método que permita, al menos,
duplicar la masa admisible de las cápsulas espaciales que aterrizan en
Marte.
Adelanta que está probando un desacelerador supersónico que consiste de
tres elementos. Dos de ellos son enormes recipientes hinchables de presión en
forma de globo, de 6 y 7 metros de diámetro. Se hinchan alrededor del perímetro
de la cápsula en descenso, para aumentar la fricción con la atmósfera a
velocidades supersónicas. El tercer elemento es un paracaídas de 33 metros de
diámetro, el más grande jamás usado para este tipo de tareas. Se calcula que su
tamaño permitirá reducir la velocidad hasta unos 280 kilómetros por hora (en vez
de los 320 kilómetros por hora actuales). La Nasa se compromete a empezar a
examinar cómo funcionará el sistema una vez combinado con un trineo de cohetes a
inicios del año que viene.
FUENTEMaEl: 11Junio-.2012 RT