Sean Duffy, director interino de la agencia espacial estadounidense, ha ordenado que el proyecto se acelere significativamente.
Recientemente nombrado administrador interino de la NASA por el presidente de Estados Unidos, Duffy tiene la mira puesta en tener un reactor nuclear instalado y funcionando en la superficie lunar en los próximos cinco años.
El proyecto, que lleva tiempo en desarrollo, se encuentra actualmente en fase de diseño, y la NASA colabora con el Departamento de Energía de Estados Unidos para desarrollar un sistema de energía de fisión capaz de generar 40 kilovatios.
Sin embargo, Duffy ha estipulado que la unidad deberá proporcionar un mínimo de 100 kilovatios.
Gran parte de la repentina urgencia del proyecto probablemente se deba a la amenaza de que Rusia o China logren algo similar antes que Estados Unidos.
"El primer país en hacerlo podría declarar una zona de exclusión, lo que inhibiría significativamente a Estados Unidos de establecer una presencia prevista en Artemis si no llega primero", advirtió Duffy.
En la actualidad, el nuevo cronograma implica la designación de un Ejecutivo del Programa de Energía de Superficie de Fisión en un plazo de 30 días y una convocatoria de propuestas de la industria en un plazo de 60 días.
Sin embargo, completar el proyecto para 2030 probablemente resultará muy difícil; nunca antes se había logrado algo así.
Queda por ver si la NASA podrá lograrlo dentro del plazo estipulado.