Hurones, tortugas, cerdos y hasta perdices han sido los protagonistas, junto con los clásicos perros y gatos, de la tradicional jornada de bendición de mascotas del Día de San Antón celebrada hoy en Madrid en la parroquia del mismo nombre.
Personas de las edades más variadas no han dejado de desfilar por delante del párroco de la iglesia, quien ha rociado a las mascotas con agua bendita para después afirmar: "El Señor bendiga a este animal y que San Antón le proteja de todos los males del cuerpo".
Cientos de solteras acuden durante toda la jornada de hoy a una ermita de la localidad para lanzar piedras a los genitales del santo para que les conceda novio, según una tradición que data del siglo XV y cuyo origen se desconoce.
En la entrada de la ermita, todos los años, el día de San Antonio Abad, el anacoreta que siempre defendía a los animales y que es conocido como San Antón, patrón de los animales, es sacado de su urna tras la misa.
Tras la celebración religiosa, las mozas aprovechan para lanzar pequeñas piedras al santo y, si éstas le caen en la entrepierna, la creencia dice que tendrán la posibilidad de encontrar novio y casarse.
La ancestral tradición procede de un antiguo ritual y el rito se ha transmitido de generación en generación.
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