El estudio científico más completo realizado tras el terremoto del 27 de febrero revela detalles inéditos sobre los efectos de la catástrofe a lo largo de 500 km de costa, entre Navidad y Tirúa: nueve zonas se hundieron y 16 se elevaron. La isla Santa María registró el récord, al empinarse 2,5 metros sobre el nivel del mar.
El terremoto del 27 de febrero pasado no sólo provocó una zona de fractura de 500 kilómetros a lo largo de la costa centro-sur de Chile, sino que ocasionó hundimientos de terreno en nueve localidades y alzamiento de plataformas marinas en otras 16. La ribera del río Biobío registra el mayor hundimiento, un metro, mientras que Isla Santa María, ubicada cerca de Concepción, la mayor elevación: 2,5 metros sobre el nivel del mar.
Así lo revela un estudio realizado por geólogos de la Universidad de Chile y de Concepción, quienes junto a expertos franceses y alemanes midieron 33 localidades costeras, desde Quintay a Valdivia.
El trabajo, publicado hoy por la revista Science, constató, sin embargo, cambios concretos en la geología de 25 localidades que van desde Punta Topocalma, por el norte, hasta la Isla Mocha, por el sur.
"El mayor alzamiento lo detectamos en la península de Arauco, fundamentalmente, porque está más cerca de la fosa (zona donde se encuentran la placa de Nazca y la Sudamericana)", explica a La Tercera Marcelo Farías, uno de los autores del estudio y geólogo de la U. de Chile.
Los científicos comprobaron que hay una relación directa entre el mayor alzamiento de un zona con la cercanía que ésta tenga de la fosa. Al contrario, mientras más lejos se está de ella, la elevación es mucho menor, e incluso hay hundimientos, como ocurrió en Bucalemu, por ejemplo.
ALGAS Y MOLUSCOS
Para medir los cambios geológicos en la costa ocasionados por el terremoto y posterior tsunami, los investigadores se guiaron por la presencia del alga coralina, del género Lithothamnium, que vive bajo la marea baja y es de color rosa. "Cuando esta alga es sacada de su hábitat -por ejemplo, al elevarse la plataforma submarina- se muere y se torna de color blanca. Por ello se convierte en un excelente marcador intermareal, ya que forma una franja alba que delinea el posterremoto", dice Farías. Para detectar las zonas hundidas, en tanto, los científicos observaron pastizales, humedales, árboles y barras de arena.
ENERGÍA LIBERADA
Los expertos también lograron determinar que el desplazamiento promedio de las placas fue similar al de otros eventos de esta magnitud. "Fue de ocho a 12 metros, lo que se asemeja bastante a observaciones de terremotos pasados, como el que ocurrió en Concepción en 1835 (que abrió una fosa de 11,6 metros)", dice Andrés Tassara, geólogo de la U. de Concepción. El experto añade que esto revela que casi toda la energía acumulada durante los últimos 175 años fue liberada en este megasismo, lo que descarta que un evento similar ocurra en el área durante los próximos 50 años.
FUENTEMaEl: 31Julio http://www.latercera.com/contenido/739_280405_9.shtml
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