En esta foto tomada el Miércoles 24 de agosto 2011, Yoandri Hernández Garrido, de 37 años, conocido como "Twenty-Four", muestra sus 12 dedos en Baracoa, provincia de Guantánamo, Cuba. (AP Photo / Javier Galeano)
Lo llaman "veinticuatro". El apodo de Yoandri Hernández Garrido viene de los seis dedos perfectamente formados en cada una de sus manos y los seis dedos en cada pie.
Hernández está orgulloso de sus dígitos adicionales y los llama una bendición, diciendo que lo distingue y le permite ganarse la vida trepando por los árboles de palma para cortar cocos y posando para las fotografías en esta ciudad oriental cubana popular entre los turistas. Un viajero pagó $ 10 por una foto con él, dijo Hernández, una mina de oro en un país con un salario promedio de sólo $20 al mes.
"Es gracias a mis 24 dígitos que soy capaz de ganarme la vida, porque no tengo trabajo fijo", dijo Hernández.
Se conoce como polidactilia, la enfermedad de Hernández es relativamente común, pero es raro para los dígitos adicionales ser tan perfectos. Cualquier persona que dirija una rápida mirada a sus manos le será muy difícil darse cuenta de hay algo diferente, a menos que se detenga y empiece a contar.
Hernández dijo que de niño fue visitado por un ortopedista prominente cubano que también es uno de los médicos de Fidel Castro, y declaró que en todos sus años de viaje nunca había visto un caso tan bien formado de polidactilia.
"Él estaba muy impresionado cuando vio mis dedos", dijo Hernández, quien es el único de su familia en nacer con dígitos adicionales.
En una parte del mundo donde los rasgos de las personas físicas son a menudo la base para los apodos - incluso los poco halagadores como "grasa" o "El Chapo" - "Veinticuatro" ("twenty-four" en Inglés) no es un insulto, sino más bien un término de cariño, y Hernández, de 37 años, dijo que su singularidad ha hecho de él un chico popular. Él tiene un hijo de 10 años con una mujer que ahora vive en La Habana, y su actual novia está esperando su segundo hijo.
"Desde que era joven, yo entendía que era un privilegio tener 24 dígitos. Nadie nunca me ha discriminado por eso ", dijo. "Por el contrario, la gente me admira y me siento muy orgulloso. Tengo un millón de amigos, yo vivo bien ".
Sin embargo, en ocasiones causa confusión.
"Un día cuando yo estaba en la escuela primaria, un profesor me preguntó cuánto eran cinco más cinco?", Recordó Hernández. "Yo era muy joven, muy tímido, y no dije nada. Ella me dijo que contara cuántos dedos que tenía, así que respondi: "12!"
"El maestro estaba un poco molesto, pero era verdad", dijo.
Hernández dijo que espera poder ser un ejemplo para los niños con polidactilia que no hay nada malo con ellos.
"Creo que es lo que Dios manda," dijo. "Ellos no deben sentirse mal por nada, porque creo que es una de las mayores bendiciones y que van a ser felices en la vida."
FUENTEMaEl: 27Agosto-2011 truthnews
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