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LA NUBE QUE DETUVO EL TIEMPO

El 31 de enero de 1978, el vuelo 502 de la aerolínea española Aviaco, realizó el viaje Valencia-Bilbao. Muy cerca de su destino, el avión fue rodeado por una espesa capa de nubes, por lo que la torre de control le pidió modificar la ruta de vuelo hacia Santander para poder aterrizar.

El piloto hizo caso y se dirigía al nuevo destino cuando de repente, frente al avión, comenzó a formarse una nube de la nada que irradiaba una luz cegadora. Se introdujeron en ella; hubo problemas con los controles y con la comunicación en la cabina. Finalmente pudieron salir de ella.

Aterrizaron sin problemas y la tripulación contó lo sucedido. Ellos aseguraban que habían vivido siete minutos angustiantes, aunque en realidad tardaron 32 minutos en arribar al punto final. En un principio se dijo que el avión entró a una nube de electricidad estática que abrió una brecha espacio-temporal. Aunque esta teoría sonaba lógica, la realidad es que hasta ahora, no se ha podido comprobar por lo que el caso sigue siendo un misterio.

LA EXTRAÑA DESAPARICION DE FREDERICK VALENTICH

El 21 de octubre de 1978, el joven piloto viajaba de Melbourne a Isla King, cuando de repente informó a la gente de tránsito aéreo, que sobre su avión se habían posado cuatro luces extrañas.

"Se están acercando desde el este hacia mí. Parecen estar jugando, volando a una velocidad que no puedo estimar...No es una aeronave, es...", estas fueron las últimas palabras de Valentich, desapareciendo de manera misteriosa. No se hallaron restos de la aeronave en tierra, por lo que este es un caso más de posible abducción extraterrestre.

Cuando a Cameron se le preguntó cuál había sido su nombre en su otra vida, el niño dijo haberse llamado Cameron Robertson

CAMERON MACAULAY

Es un niño escocés cuyo pasatiempo es contar a sus amigos y a su familia de su anterior vida, de sus anteriores padres de apellido Robertson, de un coche negro, de un perro y de su antigua casa blanca ubicada en Isla de Barra, a 260 kilómetros de su hogar, algo que añoraba en demasía.

Una compañía cinematográfica buscaba gente que creyera haber tenido vidas pasadas y Norma, la madre del menor los contactó. Ellos y un psicólogo especialista en el tema de nombre Jim Tucker, viajaron con el niño a la Isla de Barra, la cual lucía tal y cómo él la describió. Después de varias averiguaciones, dieron con la casa y la que tanto hablaba Cameron, la cual reconoció en sólo segundos.

El tema interesó tanto a los investigadores de la compañía de cine que continuaron con la investigación. Finalmente, dieron con un pariente de los Robertson, quien proporcionó fotografías y en ellas aparecen el auto, el can y la casa tal y como las recuerda el menor. El caso produjo tal impacto que la BBC realizó un documental sobre esta historia.

LEER EN FUENTEMaEl: 15Agosto-2011