Una fuga importante de una cápsula rusa acoplada en la Estación Espacial Internacional probablemente se debió a que un pequeño meteoroide se estrelló contra un radiador, lo que provocó que se rociara refrigerante al espacio, dijo un funcionario de Roscosmos.
Sergei Krikalev, un ex cosmonauta que ahora es director de programas de vuelos espaciales tripulados en la corporación espacial rusa, dijo que la fuga del jueves de la Soyuz MS-22 podría afectar el sistema de refrigeración general de la cápsula, pero que "no había ninguna amenaza para la tripulación" de la estación espacial.
La fuga había llevado a un par de cosmonautas a abortar una caminata espacial planeada ese mismo día. También plantea preocupaciones sobre si la cápsula podrá regresar de manera segura a la Tierra la próxima primavera como estaba previsto con dos cosmonautas y un astronauta de la NASA, o si será necesario enviar un vehículo de reemplazo de emergencia.
Los micrometeoroides, pedazos de roca o metal que ocurren naturalmente y que pueden ser tan pequeños como un grano de arena, representan un peligro significativo para los vuelos espaciales tripulados. Se lanzan alrededor de la Tierra a aproximadamente 27 400 km/h (17 000 mph), mucho más rápido que la velocidad de una bala.
La "basura espacial" hecha por humanos también puede dañar el equipo. El año pasado, Rusia hizo estallar uno de sus propios satélites en una prueba de misiles que creó nubes de metralla.
El jueves, un "flujo visible de copos" llevó a los controladores de vuelo rusos a abortar la caminata espacial, mostró una transmisión en vivo de la NASA.
"La caminata espacial de esta noche ha sido cancelada debido a una fuga observada de lo que se cree que es una sustancia refrigerante de la Soyuz MS-22", se puede escuchar al comentarista de la NASA, Rob Navias, decir en una transmisión desde el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston.
"Notamos una corriente visible de escamas provenientes de la popa de la Soyuz cerca del módulo de instrumentación y propulsión que indicaba una fuga", agregó Navias.
El percance ocurrió justo antes de que dos de los cosmonautas de Roscosmos, el comandante de la tripulación Sergey Prokopyev y el ingeniero de vuelo Dimitri Petelin, se prepararan para una caminata espacial planificada para mover un radiador de un módulo a otro en el segmento ruso de la ISS.
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