Esto no ha terminado, amigos.
Si bien se ha hecho mucha fanfarria sobre los efectos/estragos emocionales del eclipse solar total del lunes y la falla de comunicación de Mercurio retrógrado en Aries, lo mejor/peor está por venir.
El 20 de abril, Urano, el planeta del caos, la libertad, el cambio y los relámpagos, se encontrará con Júpiter, el planeta de la expansión y el crecimiento en el signo incondicional y sin salida al mar de Tauro.
Durante una conjunción como ésta, las energías de los dos planetas se combinan, amplificando las cualidades de ambos. Cuando el salvaje planeta del cambio repentino se encuentra con las fuerzas de la fortuna, los resultados seguramente serán dramáticos y los avances y colapsos están cerca.
El caos se encuentra con la fortuna
Según la astróloga Jessica Davidson, “las alineaciones de Júpiter y Urano representan períodos de crecimiento y disrupción en múltiples áreas, incluidos avances e innovación en ciencia y tecnología, nuevas ideas creativas y despertares filosóficos, revoluciones en la política, rebeliones sociales y protestas con un deseo de reforma y mayor libertad e igualdad. Dado que esta conjunción ocurre en Tauro, también podemos ver nuevos comienzos y cambios rápidos en las áreas de finanzas, agricultura, producción de alimentos, valores y nuestra relación con la naturaleza”.
Las conjunciones Urano/Júpiter ocurren aproximadamente cada 14 años.
La última vez que Urano y Júpiter bailaron mejilla con mejilla fue en 2010 en el signo de Aries.
Esa conjunción coincidió con la Primavera Árabe, la publicación de WikiLeaks de documentos que detallaban los crímenes de guerra estadounidenses y el lanzamiento de SpaceX.
¿Qué podemos esperar?
La última vez que esta conjunción tuvo lugar en el signo de Tauro fue en mayo de 1941; este ciclo coincidió con el final de los bombardeos (no en vano, bombardeo significa relámpago en alemán, que el dios Júpiter manejaba y Urano regía), el nacimiento del radical y radicalmente popular Bob Dylan y el desciframiento del código enigma.
El efecto de esta conjunción se dejará sentir durante varias semanas. Como Tauro es un signo de tierra fijo, a escala colectiva, y según las observaciones de Davidson, probablemente veremos cambios, crecimiento y agitación en áreas relacionadas con la Tierra misma: el terremoto de la semana pasada, literalmente tierra agitada, fue un símbolo de lo que está por venir.
A nivel personal, Tauro se relaciona con nuestro sentido de autoestima y con todos los signos del zodíaco, pero particularmente con aquellos que caen en una modalidad fija; Tauro, Leo, Escorpio y Acuario pueden vivir crisis y catarsis a la hora de definir quiénes son y qué merecen.
El cambio está en marcha y se puede encontrar libertad cuando todo se desmorona.
Bajo estos cielos y esta conjunción, cualquier cosa puede suceder y sucederá.
Mantén la cabeza en alto y la mente abierta. El cambio está en marcha y se puede encontrar libertad cuando todo se desmorona.
FUENTEMaEL: 9Abril-2024 New York Post
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